En Cuarentena Pablo Boneu

Terreno Baldío
Aug 7, 2020 12:03AM

Pablo Boneu (Argentina, 1969) nos platica en entrevista con Terreno Baldío Arte sobre sus proyectos actuales y pasados, como es su vida artística en cuarentena.

ENTREVISTA

¿En qué estas trabajando actualmente?

Actualmente trabajo en una serie de piezas a las que llamo “Ejercicios Estocásticos”. Estas obras son para mí como una tirada de dados. Dados en las manos de un ludópata. Potencialmente, nunca se detienen. En la teoría de la probabilidad, un proceso estocástico es un concepto matemático para usar magnitudes aleatorias que varían con el tiempo. En términos más sencillos, esto significa que no se puede predecir el resultado de un sistema. Se mueve al azar. Eso es exactamente lo que sucede con estas nuevas obras cinéticas que estoy desarrollando: la imagen resulta de una combinación aleatoria que no controlo, ni puedo predecir, más allá de los parámetros generales o el marco que he dispuesto para que el sistema funcione. Es cierto que la intervención de procesos aleatorios en la creación de cualquier obra, es más usual de lo que generalmente reconocemos. Sobre todo, cuando este recurso aparece en forma de error o accidente no deseado -incluso cuando ese accidente determine la forma de la pieza en cuestión tendemos a no reconocerlo-. Pero, aunque el proceso aleatorio sea voluntario, el resultado final es fijo, inamovible: la obra se ha acabado y no cambia de aspecto, aunque se haya creado por azar. En el caso de estos “Ejercicios Estocásticos”, permanentemente se construyen y deconstruyen de forma aleatoria, de una u otra manera, las piezas nunca terminan de estar acabadas.

En Terreno Baldío Arte, en la Ciudad de México se exhiben piezas tuyas en la exposición Programa de Foto ¿Qué le puedes compartir a las personas sobre las obras 'Retratos al Azar'?

Los “Retratos al Azar” son un ejemplo de los “Ejercicios Estocásticos” que acabo de mencionar. En este caso en particular, el foco metafórico -por decirlo de alguna manera- está puesto en el relato que el propio individuo construye sobre si mismo, es decir, sobre su supuesta singularidad, originalidad y trascendencia. Con la intensión de confrontar ese discurso para mi ilusorio, construyo otra ilusión: un retrato inexistente que varía al azar a partir de cuatro rostros reales. Concretamente, cada una de estos “Retratos al Azar” está compuesto de pequeños módulos que giran independientemente unos de otros. Cada uno de estos módulos tiene impreso en sus cuatro caras una pequeña parte de los retratos originales. Al combinarse aleatoriamente, generan un rostro apócrifo, siempre cambiante e impredecible.

¿Cuánto tiempo te tardas aproximadamente en producir una obra?

Construir una nueva pieza, usualmente requiere para mi, de la invención, desarrollo y ajuste de un mecanismo o una técnica que aún no existe. También incluyo en este proceso la elaboración o adaptación de herramientas ad hoc. necesarias para la construcción de cada obra. Todo eso lleva mucho tiempo. Acabar el mecanismo de los “Ejercicios Estocásticos” por ejemplo, me llevo más de dos años.

Digamos que, en la mayoría de mis obras, una vez que he desarrollado la técnica, construido las herramientas para ejecutarla y he concluido el también lento proceso de producción fotográfica, tardo entre 20 y 45 días para hacer una pieza.

Aunque por el momento esta cerrado, en Museo Espacio, Aguascalientes se exhiben piezas tuyas en la exposición Anillos Concéntricos ¿Qué nos puedes decir sobre las piezas que presentas?

Las piezas que integran esta muestra en el Museo Espacio formaron parte de la exhibición “Individuos, multitudes y otras ilusiones”, realizada en Terreno Baldío, a fines de 2016. Son obras impresas sobre urdimbres de cuerdas e hilos de algodón libres de ácido, producidas e intervenidas manualmente.

En las cuatro obras seleccionadas para la muestra en Aguascalientes hay cierto misterio. Aunque todas las piezas son simples retratos, pareciera que falta algo en el cuadro para que podamos comprender el gesto de quien a sido fotografiado. Todas también presentan una pequeña anomalía en relación a eso que concebimos como “un retrato” tradicional. En estas piezas, quien es retratado, nunca confronta su mirada con la del espectador. La dirige con intensidad a otro lado, fuera de campo. Allí es donde sucede todo. El observador le es absolutamente indiferente al observado.

Esta pequeña variación en la dirección en la mirada provoca muchas veces que el espectador también dirija sus ojos en la misma dirección. Fuera de cuadro.

Con este gesto, a veces involuntario, quien observa, parece buscar eso que el otro ve, algo que ni siquiera puede nombrar, pero sabe, existe.

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¿Qué recomendaciones de libros nos puedes compartir?

-“No piense en un elefante” George Lakoff

-“Historia secreta de la educación” John Taylor Gatto

-“Planeta Simbiótico” Lynn Margulis

-“Los niños perdidos, un ensayo en 40 preguntas” Valeria Luiselli

-“En el silencio de la cultura” Carmen Pardo

SOBRE PABLO BONEU

No es fácil separar la obra de Pablo Boneu -1969- de su propia vida. En un artista que utiliza distintos soportes y medios expresivos, no se limita a exponer su obra acabada, sino que él mismo se dedica a ponerla en cuestión constantemente. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los artistas actuales, su interés por el proceso de creación, como experiencia vital, se une íntimamente a la obsesión por presentar obras terminadas, coherentes en su realización. De modo que en su obra se conjugan dos impulsos críticos: por un lado, el de la producción como repetición serial de un mismo objeto y, por el otro, la idea tradicional de obra de arte como fetiche artesanal. La tensión así originada por esa doble crítica es visible en todas sus producciones, más que un estilo, Boneu configura métodos particulares en los que distinguimos un quehacer de factura exquisita al tiempo que nos sumergimos en ideas y cuestionamientos diversos. Más que filmar, fotografiar, dibujar o escribir, Boneu inventa estructuras. Una clase muy particular de estructuras, que son a la vez cerradas y abiertas. Cerradas porque tienen una coherencia interna rigurosa y abiertas porque pueden proliferar indefinidamente. No sería excesivo afirmar que las obras de Boneu están regidas por la aspiración de no terminar nunca, de mezclarse y asimilarse a las cosas, para transformarse con ellas en otro mundo, todavía desconocido.

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